El lenguaje es una de las mejores aptitudes que tenemos los seres humanos. Nos sirve para expresarnos, comunicarnos y conectarnos con el resto a través del sonido articulado y de otros sistemas de signos establecidos a nivel social y cultural.
Las limitaciones del lenguaje y del habla complican el día a día, frustran y desaniman a las personas que padecen trastornos en el habla, ya que no les permiten transmitir lo que piensan o sienten.
La mayoría de los problemas en la comunicación tienen su origen en la infancia. Por ello es conveniente detectar las complicaciones en el habla, la escucha y la escritura lo más pronto posible para poder diagnosticarlas, trabajar con ellas y corregirlas cuanto antes.
Si durante los primeros años de vida, cuando el niño es pequeño, su alrededor no supo detectar las dificultades a la hora de comunicarse, en la edad adulta se precisará la ayuda de un logopeda.
Un adulto necesitará también un logopeda en el caso de que hay sufrido un accidente y que en él se hayan visto comprometidas las habilidades de comunicativas, entre otras.
¿Cuándo debe un adulto acudir a un logopeda?
Esta pregunta resulta muy común. Normalmente, cuando una persona llega a una etapa más madura, muestra algunas dificultades a la hora de comunicarse con otras personas.
También puede que existan algunos síntomas que no estén relacionados con la comunicación. Además, hay muchos adultos que suelen arrastrar problemas o dificultades desde la infancia.
7 casos más comunes de personas que acuden al logopeda de adultos
En general, la mayor parte de las personas en la etapa adulta muestran las siguientes señales para acudir al logopeda para adultos:
- Arrastran alguna patología o dificultad desde la infancia, como puede ser la tartamudez,
- Sufren algún trastorno relacionado con la deglución.
- Tienen nódulos, pólipos o alguna otra prominencia que les poder producir la voz
- Padecen de dificultades en el habla, el lenguaje, la memoria, la escritura, etc.
- Han sufrido algún tipo de accidente cerebrovascular como un ictus, o un derrame cerebral.
- Tuvieron una caída grave, un accidente de coche u otro que les ha dañado la parte del cerebro del habla.
- Han sido diagnosticados con alguna enfermedad neurodegenerativa como Alzheimer, Parkinson, etc.
Si sufres alguna de estas enfermedades o patologías y sientes que te es difícil comunicarte, el logopeda hace una labor indispensable también para adultos.
Somos los más cualificados para ralentizar o, incluso, detener la patología que sufres utilizando técnicas, métodos y recursos 100% apropiados para tratar cualquier tipo de dificultad lo antes posible.
¿Para qué es la logopedia para adultos?
- Alteraciones de la voz: Las alteraciones de la voz implican también una mala postura corporal, falta de control muscular, poca movilidad articulatoria, etc.
- Afasia: dificultades al expresar lo que se quiere decir o a comprender lo que se escucha, visualiza o identifica.
- Disfasia: poca coordinación al estructurar y ordenar frases y palabras.
- Disfagia: trastorno que causa dificultad para tragar alimentos o líquidos.
Practica a diario
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Tanto si te toca hoy sesión como si no, te proporciono ejercicios específicos para tu caso y el estado de avance en el que te encuentras con el fin de mejorar y que notes cambios en el menor tiempo posible.
Ejercicios de logopedia con adultos
Existen diferentes ejercicios de logopedia con adultos para tratar los trastornos del habla, la escucha, la comprensión y la escritura.
- Técnicas de relajación: es conveniente hacer ejercicios que nos permitan detectar la tensión de los músculos y lograr el control muscular. Por ejemplo, subir y bajar la cabeza o la rotar el cuello, brazos y hombros son buenos ejercicios.
- Técnicas de respiración: pueden llevarse a cabo varios métodos que impliquen una variación del ritmo respiratorio, por ejemplo realizar respiraciones con control de la musculatura nasal, pausa espiración lenta y controlada.
- Ejercicios de respiración que van a comprometer el control postural, ejercicios isotónicos e isométricos (para controlar el ritmo).
- Ejercicios de resonancia: un incremento del esfuerzo fisiológico o ejercicios de inteligibilidad (exageración consonántica).
- Técnicas de articulación: se consigue una articulación precisa de vocales y consonantes para que la emisión de nuestra voz sea clara. Aquí se pueden incluir ejercicios de producción de palabras y frases.
- Ejercicios de fonación: como el cierre glótico con esfuerzo o el incremento de la frecuencia de la voz o ejercicios de articulación como técnicas de liberación miofascial o método del masticado.
- Trabajar la compresión, que se trata del proceso previo a la posterior expresión del paciente. Se empieza por un nivel adaptado a las dificultades de cada paciente y una vez ese nivel está superado, se pasa al siguiente con mayor dificultad. Por ejemplo, un ejercicio sería el ejercicio de reconocimiento de sujeto y verbo a través de una transformación acústica-visual. Una vez conseguido este ejercicio de comprensión se realizan ejercicios para la producción del lenguaje.
7 ejercicios prácticos para practicar desde hoy con los que estimular el desarrollo del lenguaje
A continuación se van a enumerar algunos ejercicios con los que también puedes estimular tus habilidades en el desarrollo del lenguaje:
- Nombrar objetos con pistas fonológicas o semánticas
- Jugar a las palabras encadenadas
- Formar palabras con letras desordenadas
- Escuchar una canción y cantarla
- Completar refranes y frases hechas